#02 El Jardín del Liderazgo
Previously on NuPdP… Tras hablar con el Profesor Producto, nuestro protagonista se adentra en el Jardín del Liderazgo, en el cual podría encontrar su primera Habilidad Innata. ¿Lo conseguirá?
Entré en el JardínDelLiderazgo con esa sensación de sosiego y cautela que te dan aquellos lugares a los que llevas mucho tiempo queriendo ir, pero que jamás te habías atrevido.
Con la respiración entrecortada accedí a los territorios de Lídero, el regente de este misterioso emplazamiento de IslaInicio del que se dice que sólo puedes entrar una única vez, con el riesgo de no haber entendido la lección que ostenta este lugar.
La vegetación crecía fuerte y sana por doquier. Las ramas de los árboles se mecían suave y acompasadamente gracias a una leve brisa que, más que soplar, parecía susurrar de forma distante y misteriosa frases inconexas que incidían directamente en mi ya mermado parámetro Síndrome del Impostor.
¿Y si fallaba nada más empezar? Sólo llevaba una década como
Héroe Local, y cada vez que preguntaba por elOneProductrecibía como respuesta términos que no entendía, o misiones a realizar que no podría alcanzar con mi nivel actual.
Dar el siguiente paso en la senda, justo antes de acceder al claro donde se encontraba Lídero, fue una de las gestas más grandes que jamás realicé en toda mi aventura. El coraje necesario para avanzar hizo que el dichoso medidor dejara de parpadear y pudiera disfrutar del maravilloso espectáculo que se abría ante mis ojos.
La zona central del claro estaba repleta de unas hermosas flores de tantos tonos como la paleta de 8 bits podría ofrecer. Alrededor de ellas estaba Lídero, que miraba hacia cosas que no alcanzaba a vislumbrar. Decidí tomar la iniciativa:
- Salve, maese Lídero. Disculpe la molestia, pero he venido en busca de mi Habilidad Innata. ¿Podría ayudarme? -farfullé para romper el hielo, antes de que volvieran esos susurros.
Líderono respondió y, sin siquiera levantar la mirada, continuó con su invisible labor. Eso me hizo recapacitar:
Quizá esa no era la forma de dirigirse a él si estaba ocupado, como aquel
magodel nivel 4 que invocaba demonios equivocados si le interrumpías cuando leía su grimorio favorito.O quizá no me entendiera, como ese
bárbarode nivel 6 del que todo el mundo decía que era un maleducado y tan solo había que hablarle más despacio.O quizá era tímido, como aquel
arquerode nivel 8 que decidió dedicarse a las armas de largo alcance porque se avergonzaba con cualquier contacto visual.
Me arrepentí de mi grosería inicial y, en respetuoso silencio, intenté comprender lo qué estaba haciendo Lídero. Se movía alrededor de sus flores, danzando entre los juncos con maestría mientras hacía deslizar los rayos de Sol sobre sus dedos, como si midiera la cantidad de luz que recorría el jardín. Fue entonces cuando lo entendí.
- Es un lugar magnífico para sus flores, maese Lídero. Ha hecho un buen trabajo.
Al fin, se dirigió hacia mí. Había orgullo en su mirada y felicidad en su voz, porque yo había entendido el secreto del nombre de este lugar:
- Muchos héroes vienen aquí a adularme. Creen que estoy formando un batallón de raíces y tierra, que todas estas flores me pertenecen... Quieren que les enseñe a formar ejércitos como hago yo con estas plantas, y de esta forma encontrar el OneProduct. Pero se equivocan, no soy el dueño de estas flores. Sólo soy su jardinero. ¿Sabrías decirme el motivo?
- Usted no toca a las flores, maese Lídero. Forma un entorno más propicio para sacar lo mejor de ellas.
- Esa es la respuesta al enigma. Al igual que el líder de una gran aventura no moldea directamente a una persona para que cumpla un propósito, un buen jardinero no osaría tocar a una sola de sus flores. Nuestro cometido no es otro que acondicionar su espacio vital, entender por qué se marchitan al cambiarlo de lugar, por qué florecen más en un sitio que en otro, qué plantas son compatibles entre sí…
- El JardínDelLiderazgo -suspiré.
- El liderazgo del jardín -me respondió, con una amplia sonrisa, antes de abandonar el claro y desaparecer entre los árboles.
De repente una fanfarria de pitidos MIDI sacudió la escena mientras que mi cuerpo brillaba de forma intermitente, y no pude refrenar mis ganas de adquirir una pose absurda, con un brazo alzado y la mirada fija en algo que comenzaba a materializarse…
Has desbloqueado la Habilidad Innata: “LIDERAZGO”. ¡Enhorabuena!
La recomendasió.
Una de mis principales aficiones es consumir podcasts con finalidades tanto lúdicas como educativas. Hoy me gustaría recomendaros OPEN, el podcast de Minimalism. Uno de sus capítulos me dio la idea para este post, y creo que es de justicia mencionar y aplaudir la labor de Pepe Martín.
¿De qué va este podcast? Va de gente tocha pero buena gente que habla de sus modelos de negocio, de sus vidas, y de cómo afrontan su día a día.
MundoProducto volverá a sus mejores pantallas en quince días. Mientras tanto, ¿nos tomamos unos feedbacks?