#09 La Orilla
Previously on NUPDP… Nuestro Héroe, recuperado del traspiés que le hizo caer al río, vuelve a la explanada donde tendrá lugar la Segunda Prueba.
Aún seguía empapado y con la mente dispersa en lo que había visto durante mi camino cuando, por fin, llegué al claro en el que se encontraban el resto de candidatos. Pisé con decisión y algo de furia cuando crucé la parte de la orilla del río en la que me había resbalado, en un intento de autoconvencerme que no volvería a pasarme nada parecido. Para mi sorpresa, cerca de allí estaba el Mago de sonrisa desagradable, sujetando y señalando un enorme pergamino mientras discutía con los Reclutadores
.
Según me enteré más tarde este aspirante
había hecho pasar por su puente
a todos los participantes, al jurado y hasta al Bardo
, con el objetivo de que todos vieran lo bien que aguantaba la creación de su equipo. Luego había rellenado un grimorio
con análisis, gráficos y hechizos que evidenciaban la calidad de su obra. Los Reclutadores
, al parecer, no estaban de acuerdo con su forma de proceder, y lo catalogaban como meras “métricas de vanidad
”.
Yo les pedí que, si sabían usar sus poderes de Fuego
y Viento
para algo más que fanfarronear, me hicieran el favor de crear una fogata para calentarme después de mi baño innecesario, así como una pequeña brisa que secara mis ropajes. Evidentemente esas no fueron las palabras exactas que salieron de mi boca, ya que tuve que tirar de mucho autocontrol para transformar mi impaciencia ante tres personas que no veían más allá de lo bien que hacían sus cosas. Pero no iba a conseguir nada diciendo lo que pensaba.
Así que en lugar de entrar al barro me acerqué de forma sútil, pidiendo mucho perdón y mucho permiso. Los Reclutadores
se mostraron asombrados (y diría que hasta divertidos) ante una petición tan básica que, evidentemente, se mostraron raudos en satisfacer (por supuesto, con mucho giro de muñeca y muchísima invocación elemental innecesaria de por medio).
Si alguna vez paseáis por ese bosque y veis de repente una enorme zanja producida por un huracán momentáneo junto a unos cuantos árboles calcinados, sí, ahí fue.
Una vez secas y repuestas las prendas me dispuse a pedir disculpas a mi Equipo
. Les agradecí su enorme labor a la hora de construir el puente, les insté a que recordaran que habían terminado la prueba con éxito ya que se trataba de una solución funcional, y les reconocí mi falta de experiencia ante esta clase de gestas.
A veces hay que tener esta clase de diálogos en los que lo más complicado es dar el primer paso. Cuando pasas ese trago, es hasta liberador.
No habíamos terminado de compartir impresiones cuando un carraspeo nos hizo girar la cabeza. Daymon el Bardo
, con su ya conocida teatralidad, se encontraba en la cima de una roca terminando de afinar su laúd
. Su silueta aparecía imponente, recortada ante el sol de la media tarde. Sin duda, había estudiado para saber llamar la atención en el momento adecuado.
Justo detrás de Daymon
apareció una pequeña esfera, de muy pocos píxeles de diámetro, que empezó a agitarse y a revolotear a su alrededor. Fue entones cuando el Bardo
comenzó a cantar:
La contienda comienza en este bosque ancestral:
Tres equipos se preparan para una prueba sin igual.
Suerte a bárbaros valientes, a arqueros de gran destreza,
Y a los magos con poderes que desafían la naturaleza.
En el campo de batalla, un objetivo diminuto,
Un blanco imposible, un desafío absoluto.
Con arcos en mano y flechas en vuelo,
Los equipos se alistan para demostrar su anhelo.
Los bárbaros rugen con fuerza y vigor,
Su ansia salvaje, su instinto de cazador.
Los arqueros con gracia y precisión sin igual,
Apuntan con cuidado, sin temor a fallar.
Los magos conjuran hechizos de gran poder,
Guiando las flechas con magia y saber.
La competencia es feroz, la tensión en el aire,
Cada equipo lucha con fervor y sin desaire.
El blanco se acerca, la meta está cerca ya,
¿Quién será el elegido que la flecha clavará?
En un instante de silencio, el mundo detiene su aliento,
Y la flecha perfecta encontrará su momento.
Va mejorando el Bardo
. Ahora parece el opening de un anime.
Sin más tiempo para chanzas los nueve contendientes nos lanzamos a por esa creación híbrida de Viento
y Fuego
. Sin duda, los Reclutadores
nos estaban poniendo a prueba de la forma más directa posible: El primero que acertara a darle a ese objetivo, vencería.
Titulitis
El título de hoy proviene de uno de mis temas favoritos de Viva Suecia, un grupo que ha pasado de ser desconocido a vital en pocos meses para el que os escribe.
La recomendasió
Víctor Corrales es un señor que escribe muy bien. Tanto, que no le tiembla el pulso cuando lo hace en la mismísima web de Thiga. Y, encima, siempre le quedan palabras amables a la hora de contestarte o resolver cualquier duda que tengas.